Después de revisar, entrar y salir de más de un portal de empleo, después de poner a punto tu perfil de LinkedIn, en base a los 50.000 tutoriales sobre el tema y un curso por videoconferencia con un gurú del empleo 2.0, después de postularte a más de una oferta, de retocar una y mil veces pequeños detalles de tu cv…
Después de todos los “Despueses”… Suena el teléfono, y nos convocan… por fin… una entrevista. Y…ahora… ahora ¿qué?
¡Ahora! comienza, presta atención a los detalles de la llamada (Hora // Dia // Dirección). Muchas veces esta llamada puede ser una primera entrevista, donde las Killer Questions (Preguntas filtro), harán su trabajo.
Acaba la llamada, tienes día, hora y lugar y ahí estas entre la alegría del momento y el bloqueo que te está comenzando a provocar la emoción del miedo ¿qué hacer?, ¿Como preparo la entrevista? ¿Qué preguntas me harán? ¿Cuál será la empresa? ¿Quiénes serán los otros candidatos? ¿Será individual, curricular, por competencias, grupal, dinámicas, gamificación…?
Vamos a repasar y a evaluar algunos tips y analizar de una manera breve algunos aspectos:
1. ¡Celébralo!
El miedo a enfrentarnos a la entrevista sólo provocará en nosotros torpeza a la hora de planificar el proceso , con lo cual vamos a celébralo, (Autogenérate una emoción de alegría que compensará de manera indirecta la intensidad del miedo) tu cv ha destacado entre un montón de cv muy similares al tuyo. En un principio (y no es poco) tu perfil profesional encaja a a la perfección con el puesto a cubrir.
2. ¿Qué es lo que quieren?
Lo que quieren saber de ti resumiendo, sería:
– ¿Quién eres?
– ¿Qué sabes hacer?
– ¿Cómo lo haces?
Las entrevistas pueden ser individuales o grupales, y buscan predecir el comportamiento futuro de los profesionales para buscar a los más adecuados para el puesto.
La entrevista individual puede ser curricular o por competencias, siendo este último el modelo más utilizado en el mercado actual. En base a una serie de preguntas se busca llegar a la conclusión de si el candidat@ SABE, PUEDE y QUIERE llevar a cabo las funciones requeridas para el puesto.
La entrevista grupal se realiza con varios candidat@s, pocas veces es definitiva (acabaremos en una entrevista individual). Se evalúan competencias en base a la observación. A través de dinámicas: El foro // La mesa redonda// El debate // Tormenta de ideas // El conflicto…
Se valora de forma positiva los candidatos que toman la iniciativa, invitan al dialogo a los participantes más tímidos y /o reservados.
Saber escuchar, aportar soluciones, buscando el acuerdo con el resto del grupo, dialogar y persuadir sin traspasar la línea de la manipulación.
Respetar el turno de palabra y controlar los tiempos son aspectos clave. Ni que decir tiene que se valora negativamente la poca participación, una actitud y un lenguaje poco adecuado.
3. ¿Ser uno mismo?
Queda muy bonito y seguro que lo compraremos si nos dicen que seamos nosotros mismos, lo encontramos en los decálogos de cómo superar una entrevista con éxito. Pero… como explicarte que… sé tú mism@, a menos que seas “idiota”, si eres idiota deja de serlo”.
Entendiendo idiota (para que no se moleste nadie) en base a dos de las acepciones que tiene la palabra según la RAE:
– Engreído sin fundamento para ello.
– Que carece de toda instrucción.
4. No bastará…
No bastará con ser profesionales, también tendremos que parecerlo. No hablo de postureo en la entrevista, hablo de mostrar cuales son mis competencias. En las entrevistas grupales se evalúan competencias a través de la observación. ¡No pueden evaluar todo aquello que no muestras! Las respuestas, la presentación (perfil profesional), la actitud, el lenguaje corporal, la entonación, han de dejar clara una autovaloración positiva y un grado de autoconfianza óptimo.
Una entrevista de trabajo no deja de ser un ejercicio de predicción, por eso es tan importante la impresión, la huella, la sensación que dejamos en la persona encargada del proceso de selección.
5. Lo mejor que tienes
Prepara una descripción para un hipotético «speed job dating” ( entrevista personal rápida para defender tu candidatura). Llámalo como quieras, un abstract, un resumen, un perfil profesional eficiente, pero prepara una definición excelente, una respuesta perfecta a la pregunta, ¿cómo te definirías?, ¿cómo te describirías?, ¿Cuéntanos sobre ti?
Tu elevator pitch debe incluir tres ingredientes: Experiencia // Formación // Competencias. ¿En qué orden? Son tres ases, ¡tú decides cuál crees que conviene sacar primero!
Y para complementar de manera excelente añádele “Alma” menciona algún destello de personalidad, pon en relieve tus competencias socioemocionales como elemento diferenciador.
6. Huye del TPR
Ante la pregunta ¿cómo te definirías? Un porcentaje muy alto de candidatos incluyen en su descripción Trabajador, Responsable y Positivo. ¡A correr! ¡Huye! Por deducción si una entrevista lo que se busca es decidir entre un grupo de candidat@s cual es el mas adecuad@, repetir lo que dice la mayoría de ellos, no nos beneficiará. Tu elemento diferenciador, tu trio de ases, ¡ahora es su momento!
7. No son las empresas
Las empresas no contratan a nadie, son las personas las que lo hacen. Utiliza tus armas de persuasión, genera feeling, tira de habilidades sociales, y sonríe. (La sonrisa es sinónimo de autoconfianza).
8. No a las respuestas enlatadas.
Más que buscar posibles respuestas a preguntas poco probables, vamos a preocuparnos por buscar dentro de nosotros cuales son los elementos diferenciadores.
Que puedo poner en valor, como hablar de mi experiencia, como identificar, desarrollar y potenciar mis competencias. Deja de ensayar preguntas trampa (no existen) y si alguien quiere hacerte una pregunta trampa te las hará alguien que sabe poco del objetivo de una entrevista con lo cual tendrás el control y sabrás revertir la situación.
9. ¿Reformulación positiva?
A principios de los 90 se hablaba de reformulación positiva en algunas de nuestras repuestas cuando la pregunta disparaba directamente a factores de nuestro perfil poco destacados. Los candidat@s hablaban de puntos débiles y respondían con perfeccionismo, carácter…
Treinta años después cuando se da esta situación:
- (Entrevistador/a) ¿Enumere algún punto débil?
- (Candidat@) Soy muy perfeccionista.
Tendría que existir un muelle gigantesco que impulsara al candidato desde la entrevista a la puerta de salida. La entrevista no es un interrogatorio donde el entrevistador/a dispara a discreción y el candidato intenta salir lo menos herido posible. La entrevista es una conversación entre dos personas, donde una parte necesita unos servicios y otra parte tiene esos servicios, y ha de mostrarlos y diferenciarse de otros que también ofrecen esos mismos servicios.
El candidat@ debe hacer preguntas y si ha de reformular… que sean las preguntas, y no las respuestas, en el caso anterior sería…
- (Entrevistador/a) ¿Enumere algún punto débil?
- (Candidat@) ¿Se refiere a un área de mejora?
10. Déjate de distorsiones
Dos de las distorsiones cognitivas que más se dan en una entrevista son: la lectura de pensamiento y el error del adivino.
- Deja de pensar que respuesta crees que quiere oír el entrevistador… ni lo sabes ni lo sabrás.
- Deja de predecir porque te formulan una pregunta y que pensaran en base a tus respuestas, ni lo sabes ni lo sabrás. Céntrate exclusivamente en ofrecer tu mejor versión.
Habla de quién eres, de que sabes hacer y que puedes ofrecer. Tus respuestas han de dejar claro tu “yo” de manera integral:
- Pasado: Experiencia y formación (competencias técnicas específicas).
- Presente: Un perfil profesional excelente. El tráiler de tu vida profesional y personal, no te olvides de los destellos de personalidad y las competencias socioemocionales.
- Futuro: Que puedes aportar a la empresa, porque encajas en su misión en su Visión y en sus valores.